Como que algo no anda bien el día de hoy, como si el aire intentara decirme algo. Ninguno de mis dos amigos peludos aparece, como si ya no quisieran estar cerca mío o como si algo les hubiese ocurrido. Mis ganas de moverme son cada vez menores con el pasar de los días, debería alegrarme a medida de que el tiempo pasa, pero al contrario, cada día se siente peor. Todo se pudre lentamente, como si mi cambio de color en el pelo hubiese creado más daño, o como si tuviese algo que ver. Luché tanto para que mi orgullo se fuera de mi cuerpo, que ahora siento que lo necesito más que nunca. Dicen que es uno de los peores defectos pero bueno, definitivamente era lo único que me mantenía en pie. Ni siquiera recuerdo el día en el que desapareció, fue un proceso paulatino, creía que por su culpa todo lo destruía y lo echaba a perder, y no era algo que sólo lo creyera yo, sino que todos me decían que el orgullo no me defendía, sino que iba a destruirme y tenia que deshacerme de él. Quizás eso era cierto, o quizás no, pero ahora nunca voy a saberlo. Me he convertido en el ser más vulnerable. Me burlo de los hombres débiles y aquí estoy yo, una mina que dio todo por dejar su orgullo, y ahora, cuando no queda nada, quisiera que volviera a mi, y que trajera con él mi dignidad.
El día de hoy, ya no queda nada de mi.