lunes, 16 de abril de 2012

El amor, el amor.

{  Hace dos segundos te tenía, ahí a ti sólo a ti, única, inigualable, perfecta. Tu piel blanca y suave como la nieve, me hacía querer detener el tiempo para poder estar toda mi vida ahí, tranquilo, en tu pecho. Tan ferviente que era (y es), hermosa, un hermoso rostro, como olvidar su hermoso rostro, su linda piel, sus resplandecientes ojos. Cómo podría pensar en escaparse ese momento único tan hermoso ¿Es acaso que el amor en su máxima potencia no se puede llevar a cabo? ¿No es acaso que el amor siempre triunfa?. Cómo voy a poder olvidar tal explosión de emociones que producía ella en mi con su simple mirada (cuando podía ver). Soy tuyo, soy tuyo, soy tuyo,  jamás dejaré de gritárselo al mundo, ahora y siempre, TUYO SOY, porque en tu alma encontré lo que a la mía le faltaba, porque cuando te vi me cuestioné el para qué yo había nacido si no era para amarte por siempre. Y santo Dios, no puedo vivir sin ti. Vamos vamos, sé que parece que estoy enloqueciendo. No se imaginan la agonía que se siente al verla así, al ver a mi dulzura, a mi perdición, desgarrándose dentro de su hermoso carruaje de carne, huesos y órganos, desgarrándose con su alma cansada de gritar, sin que nadie pueda hacer nada. Oh mi amor prometo estar aquí siempre y brindarte más que todo de mi (siempre te di todo, ahora te doy más que eso). Oh mujer de mis sueños, no basta con decirte que hasta mis ojos te daría si no pudieras ver, porque mis ojos no son más que tuyos. Oh radiante musa durmiente, vuelve a sonreír, por favor vuelve a sonreír y abre de nuevo esos hermosos ojos y esas hermosas alas para poder llenarme de energía en este oscuro viaje contigo pero sin ti. Llámenme loco, borracho, suicida, pero bueno lo admito, soy un ciego, un ciego de amor, un suicida que tubo el placer de regalarle el alma a la mujer más bella que puede haber nacido en este planeta, mi corazón, mi libertad, para ti nací nena, sólo par ti y hasta el fin de los tiempos. Hermosa doncella, moriría por ti, mataría por ti, y repito que me desangraría por ver tan sólo una vez más tu sonrisa (oh Dios mío cuanta perfección), me desangraría por volver a verte como en ese bar, ese en el que te conocí, llena de vida, llena de expectativas, de esperanzas, abrazándome y diciéndome que conexión como la nuestra no existe. Perfecta eres mujer, con todas esas características, con todo las que en resumen se convierten en ti, la mujer que tocó mi alma (así estaba escrito), la cual mira la realidad con un portal en los ojos para divisarlo todo con su alma perfecta, la cual a demás tubo la suerte de tener el carruaje (cuerpo humano) más bello de todos, y por la cual  ahora yo, muero para hacerla revivir. Vuelve a mi, princesa, vuelve a mis brazos, vuelve a darme ese aliento y esa energía que sólo tú mi sol puedes darme. No me dejes princesa no me dejes, yo no me moveré de aquí, no comeré, no dormiré, no pestañearé hasta que tus blancas y frías manos retornen el calor acogedor de tu cuerpo junto al mío. No gastaré mi tiempo en pensar en otra cosa que no seas tú, es más, me dormiré contigo en este profundo sueño, para que al despertar, evolucionemos, podamos divisar nuestra alma sin paredes físicas, al borde de la esplenditud y libertad. Te sigo hasta el fin del mundo, siempre tuyo... (no existe nombre perfecto para el hablante de este relato). }           Valentina Díaz-

VAMOS NO MALGASTEMOS EL AMOR ! 

jueves, 12 de abril de 2012

como un tornado atrapado en su propio ojo-

soy un tornado, lleno de confusión y euforia. Sofocado de ideas pestañeantes e impacientes. Y para qué seguir con esta búsqueda incesante, no me lleva a ningún lado, no me satisface, no me da prodigios ni descansos. Cuando fue el día en que te perdí, cuando fue el día en que te fallé; nos dimos vueltas infinitas y prometí jamás soltarte nuevamente, perdóname, sólo ahora nos vale decir que muchas murieron y que queda la mitad de nosotras, con nuestra alma navegando impaciente y desconfortada atrás. Logro ver tu nariz allí fría, asomada, como golondrina congelada en invierno; escuchar tu llanto incesante, como si te hubiesen golpeado hasta vomitar, tus uñas moradas, buscando calor, buscando reconfortarse; y cabe en mi el reflexionar sobre tu sentir. Un sentir estruendoso y desorbitado, alejado de toda luz de esperanza, tragándose mi sangre para acabar con mi tejido más extenso (recuerden que la sangre es un tejido y no un líquido). Tendremos que idear un plan nuevo, no como los otros porque aunque parezca que funcionan, jamás funcionan, y aunque se vean bonitos no se acercan ni una pizca a la belleza que necesitamos. Me estoy quebrando, yo y mis hijas, yo y mi madres, yo y mis hermanas, yo con mis yo; y hemos dejado demostrado que por nuestra cuenta no podemos lograr nada (pff no llegamos ni estando juntas a algo concreto). Si voy a morir luego, me aseguraré de que sea buscando ese algo, por si cuando muero, alguien me recuerde como un alguien que luchó y no como quien se quedo comiendo para no morir. Si voy a seguir respirando, le voy a pedir a Dios que me levante por favor así como siempre lo ha hecho, con esa facilidad que sólo un ser supremo puede tener para levantar a alguien. Con la facilidad que creó el mundo y la inteligencia de quienes lo habitamos. Si me voy a perder esta vez será para limpiar bien mis ojos y mi sangre y para poder lograr ser como la máquina que un día conocí y que quise, y si voy a aprender a valorar, que sea esta vez, con los pies sobre la tierra.